CUERVO (Corvus corax tingitanus)

Cuervo (Corvus corax canariensis)

El cuervo es un ave paseriforme de la familia de los córvidos, concretamente su miembro de mayor tamaño. La especie habita en los campos de buena parte de Europa, Asia, el NO de África y América del N. La mayoría de los ejemplares europeos son sedentarios, aunque algunos emigran hacia el S durante el invierno.

No son muy sociables, razón por la que prefieren criar en parejas. En invierno pueden formar bandadas constituidas por algunas decenas de individuos para alimentarse.

Las islas Canarias cuentan con una población sedentaria, aunque poco numerosa y en clara regresión, de estas aves.

Como ya se ha establecido, esta especie es la de mayor tamaño de toda la familia de los córvidos. Mide unos 64 cm de longitud, siendo su envergadura de unos 130 a 150 cm según individuos. De la misma manera, el peso de los distintos ejemplares oscila entre los 900 y los 1.400 g.

El cuervo muestra un pico de grandes dimensiones, robusto y grueso, de color negro, como también lo es todo su plumaje que exhibe, además, una vistosa iridiscencia. Las plumas de la garganta son largas y puntiagudas, y la cola tiene forma de cuña. Las patas son fuertes y negras. 

La hembra y los ejemplares inmaduros presentan plumaje y aspecto similar al de los machos. 

Su silueta en el aire, mostrando claramente su cola cuneiforme, sus alas de base ancha y puntas estrechas, resulta fácil de reconocer. El vuelo de estas aves es recto y el aleteo lento pero enérgico, manteniendo el cuello y la cabeza proyectados hacia delante. Su destreza es ampliamente reconocida, pues se muestra capaz de ejecutar bellas y arriesgadas acrobacias. Planea con frecuencia.

En cuanto a las voces, su graznido – un potente “craác”- es conocidísimo y lo emite así posada como en vuelo. Lo utiliza en diferentes situaciones, variando su tono: para denotar alarma, establecer los límites de su territorio… etc. No obstante, éste no es su único reclamo, pues el cuervo es capaz de proferir otras notas croantes, como los cortos “kra-kra-kra” que emite durante el cortejo. Algunos individuos criados en cautividad, si lo han sido por amos suficientemente pacientes, son capaces de pronunciar, incluso, algunas palabras.

Una nota sobre el cuervo canario. Hasta hace bien poco se pensaba que la población canaria de estas aves pertenecía a la misma subespecie que ocupa el NO de África, el Corvus corax tingitanus. Pero de unos diez años para acá, esa opinión parece que ha cambiado. De ahí que nuestros cuervos se hayan agrupado en una subespecie diferente, Corvus corax canariensis. No obstante, las diferencias con la subespecie nominal son reducidas, por lo menos a nuestros ojos de aficionados: un tamaño algo inferior, un pico un tanto más corto, un plumaje algo más brillante y poco más. Sin duda, a un nivel genético más fundamental, los expertos habrán encontrado muchas más. 

Consulta la topografía de una ave aquí.

Los cuervos son animales omnívoros, carroñeros y depredadores. Las parejas ejercen su control sobre un territorio bastante extenso, a veces –incluso- sobre un valle entero, desplazándose en ocasiones varios kilómetros en busca de alimento. Los nutrientes que consume en Canarias son función, por supuesto, de la isla en que habita y del hábitat que ocupa. A lo que parece, en las islas occidentales y centrales consume mayoritariamente alimentos de origen vegetal; en el resto, la proporción de nutrientes de origen animal aumenta claramente.

 
Por lo que se refiere a los vegetales, forman su dieta una amplia variedad de semillas y frutos, castigando en Canarias –en otros tiempos, cuando era abundante- especialmente los cultivos de millo y tomate. También se muestra en nuestras islas muy interesado por los dátiles de las palmeras.

 
En cuanto a los animales, básicamente se comporta como un carroñero, devorando los cadáveres y/o restos de animales con que se topa. De ahí que frecuente los vertederos y las áreas recreativas que existen en los lugares en que habita. Probablemente nada le satisface tanto como ingerir los restos de pescado o de pollo que extrae de la basura que dejan los domingueros. No obstante, también es capaz de cazar animales pequeños, así  invertebrados (orugas, gusanos, saltamontes, coleopteros) como vertebrados (ratones, lagartos y, a veces, algún conejo o liebre o, incluso, un cabrito o un cordero), a los que mata con su poderoso pico.

También realizan incursiones en los nidos de otras especies, devorando sus huevos o matando a sus pollos.

Como se ha dicho, el cuervo es un ave poco sociable. Vive con su pareja todo el año y con ella permanece hasta su muerte. En Europa la época de cría se inicia en febrero o en marzo. Es entonces cuando se realizan los vuelos nupciales. La pareja vuela junta, ejecuta violentos picados y subidas pronunciadas, realiza alguna acrobacia y se separa, para luego volver a unirse. Durante ésta aproximación final, vuelan el uno hacia el otro, la hembra con el vientre apuntando al cielo y siempre por debajo del macho. 

En Canarias la época de cría se inicia algo más tarde, en marzo o en abril. No obstante, para aquellos que viven en las islas orientales o los que ocupan los espacios de las zonas bajas, el celo puede adelantarse a febrero.

Esta ave establece su nido en medio de la montaña, en las costas rocosas o en los bosques de zonas llanas. Siempre que puede, procura ubicarlo en lugares que le permitan observar su área de alimentación, territorio que puede llegar a extenderse algunas decenas de kilómetros cuadrados, en función de la abundancia de nutrientes que presente. Por eso lo construye en las pequeñas cuevas que se abren en las paredes de los riscos y de los acantilados, o en algunos de sus salientes. En ocasiones, también sobre un árbol (en Canarias, Pinus canariensis o Junipertus turbinata).

El nido lo construyen ambos progenitores. El macho aporta los materiales y la hembra realiza los trabajos. Tiene el aspecto de una plataforma un tanto grosera, que constituyen con ramas gruesas, raíces, hierbas y tierra, y que revisten por dentro con más hierba, musgo, lana, pelos y trapos. Los cuervos reutilizan sus nidos, lo que obliga a repararlos cada año. Con cada reparación el nido aumenta de tamaño. En el momento en que se vuelve difícil entrar o salir de él, es abandonado y la pareja inicia la construcción de otro enteramente nuevo.

La puesta del cuervo comprende entre 3 y 6 huevos, siendo éstos subelípticos y brillantes, de un color verde azulado. Sobre su superficie exhiben gran cantidad de manchitas pardas y oscuras. La hembra se encarga de incubarlos, mientras el macho la cuida y alimenta. El período de incubación en Canarias se prolonga entre 19 y 21 días.
El polluelo es nidícola y se desarrolla lentamente durante 6 semanas. Al nacer muestra un plumón pardo en las partes superiores y en los muslos, siendo su boca de color púrpura-rosada, con comisuras rosáceo-amarillentas. Cuando empluman, se vuelven totalmente negros. 

Los dos padres se encargan de su cuidado, alimentándolos al regurgitar la comida que portan en una bolsita especial de su garganta. Tras un tiempo de 38 a 42 días, el polluelo abandona el nido.

En Canarias el cuervo se adapta a una gran variedad de hábitats, desde el nivel del mar hasta la alta montaña. Muestra preferencia por el terreno montañoso y sus riscos, los barrancos, los acantilados costeros, etc. También puede vérsele en los campos abiertos del S de las islas. Habita, de la misma manera, en bosques de pinos y de laurisilva, aunque en ellos su número, a lo que parece, es inferior al de los otros lugares señalados.

El cuervo se encuentra presente en todas las islas de nuestro archipiélago. La subespecie que habita en Canarias es endémica de nuestro archipiélago, Corvus corax canariensis. En otros tiempos fue muy abundante pero en la actualidad se está volviendo muy escaso. Hacia finales del siglo pasado su número se había reducido a sólo 600 parejas en el conjunto de todas las islas. 

Por lo que respecta a Gran Canaria, a principios de los años noventa del siglo veinte poseía la mayor población de cuervos de todo el archipiélago. Pero desde entonces su número se ha reducido drásticamente, tanto es así que hoy cuesta verlo en alguna parte. Básicamente puede hallársele en las tierras quebradas del O de la isla y en su mitad meridional. También en los pinares.

Por lo ya referido al hablar de su dieta, estas aves frecuentan basureros y áreas recreativas. También puede ser observada posada en grandes árboles, en torres eléctricas y en edificios abandonados. En aquellos lugares donde abunda, puede llegar a formar bandadas.

ISLAS CANARIAS

Cuervo (Corvus corax canariensis) . Foto de Adán López Alemán. Nikon D90 + Nikon.18 - 105 mm / f 3,5 - 5,6 G DX Ed VR. Enero 2013

Cuervo (Corvus corax canariensis) . Foto de Adán López Alemán. Nikon D90 + Nikon.18 - 105 mm / f 3,5 - 5,6 G DX Ed VR. Enero 2013

Cuervo (Corvus corax canariensis) . Foto de Adán López Alemán. Nikon D90 + Nikon.18 - 105 mm / f 3,5 - 5,6 G DX Ed VR. Enero 2013

Cuervo (Corvus corax canariensis) . Foto de Adán López Alemán. Nikon D90 + Nikon.18 - 105 mm / f 3,5 - 5,6 G DX Ed VR. Enero 2013

Lo aquí expuesto se ha entresacado de los seis libros reseñados más abajo. Los cuatro primeros son lecturas obligadas si realmente estás interesado en las aves de nuestro archipiélago. Son amenos, teniendo en cuenta el tema que tratan, y los dos primeros están profusamente ilustrados. 

1. Guía de las aves de las Islas Canarias. José Manuel Moreno. Interinsular canaria.

2. Cantos y reclamos de las aves de Cnarias. José Manuel Moreno. Turquesa Ediciones.
3. Aves nidificantes de Canarias. Tony Sánchez. Editorial Rueda.
4. Aves del Archipiélago Canario. Aurelio Martín y Juan A. Lorenzo. Francisco Lemus Editor.
5. Enciclopedia de la Ciencia: Aves. Karen Stastny. Editorial Tikal.

6. Atlas ilustrado de las aves de España y de Europa. Varios autores. Editorial Susaeta.

7. Guía para identificar aves por su comportamiento. Dominic Couzens. Editorial Tikal. 

Inglés: Raven.

Francés: Grand corbeau.

Alemán: Kolkrabe.