ANDARRÍOS CHICO (Tringa hypoleucos)


Andarríos chico (Tringa hypoleucos)



El andarríos chico es un ave limícola y migratoria, del orden de los caradriformes, perteneciente a la familia de los escolopácidos. Se encuentra ampliamente distribuida por toda Europa y por las regiones templadas de Asia.


Buena parte de la población europea emigra hacia el S durante el otoño, hacia sus estaciones de invierno en el Mediterráneo y en el África septentrional, ecuatorial y austral. El viaje se emprende entre los meses de julio, hacia finales de éste, y octubre. Es en estas fechas cuando visita el archipiélago canario, permaneciendo algunos ejemplares en él durante todo el invierno.


El regreso a sus áreas de cría se produce durante la primavera, concretamente entre marzo y mayo. Y es entonces cuando los canarios tenemos la posibilidad de volver a disfrutar de su presencia.








Esta ave se caracteriza por exhibir un cuerpo alargado y unas patas cortas. Mide entre 19 y 21 cm de longitud y su envergadura oscila entre los 35 y los 40 cm, según individuos. De la misma manera, su peso está comprendido entre los 40 y los 45 gramos.


Por lo que se refiere al plumaje, las partes superiores del cuerpo de este animal son de un color pardo oliváceo liso. Pero, sobre todo en época de cría, una observación más detallada permite apreciar cierto moteado más oscuro. Las alas son puntiagudas, también pardas, más oscuras en los bordes y extremos, con franja alar blanca característica que sólo se aprecia en vuelo. El obispillo y la cola son igualmente pardos, luciendo ésta bordes de color blanco. Las partes inferiores, por su parte, son blancas. A ambos lados del pecho destacan dos cuñas de plumas pardas, circunstancia ésta que sirve para identificar inequívocamente la especie. Una observación detallada permite apreciar cierto barrado parduzco en el cuello y el pecho. No existe dimorfismo sexual en la especie. 


El pico es de color marrón, oscuro, con la base amarillenta. Las patas son, por el contrario, verde grisáceas. Están adaptadas para andar sobre el agua, con el dedo posterior mucho menor que los tres anteriores y ubicado más arriba que éstos.


Por lo que hace referencia a su comportamiento, esta ave es muy activa. Cuando se encuentra en el suelo, acostumbra a adoptar una postura más bien agachada, con la cola levantada mientras balancea la cabeza. Se mueve constantemente, caminando o corriendo en demanda de alimento. 


Suele mostrarse sola o junto con su pareja. Para poder apreciarla formando parte de un grupo, hay que esperar, al menos en Canarias, al vuelo migratorio del paso otoñal. 


Este animal es muy asustadizo. Cuando se siente amenazado alza el vuelo, sobrevolando el agua con las alas rígidas y arqueadas hacia abajo en vuelo rasante, tras emitir una voz de alarma, un chillón “tui-sii-sii”. Como se ha indicado ya, sus alas son puntiagudas y rectas y el andarríos vuela batiéndolas rápidamente y alternando el aleteo con cortos planeos.


El canto de esta especie es una versión más rítmica y larga de su llamada de alarma.






El andarríos chico se alimenta principalmente de insectos, aunque también engulle otros invertebrados, tales como pequeños moluscos, crustáceos y gusanos.







Estos animales regresan a sus territorios de cría en abril o mayo, y lo hacen con las parejas ya formadas. Enseguida se apoderan  de un tramo del curso de agua en el que se han decidido a realizar la puesta, coto que defienden con brío ante cualquier intruso, y establecen los nidos.


El nido consiste en una cavidad con forma de copa que excavan en el suelo, en sustrato arenoso o pedregoso o, incluso, entre la hierba, que luego recubren sucintamente con hierba y hojas. En otras ocasiones estos andarríos ocultan sus nidos bajo la vegetación que crece al borde del agua.







La puesta se produce entre abril y junio, estando constituida por cuatro huevos de color crema, moteados con manchitas pardo-rojizas.

 

La incubación de los huevos corre a cargo de los dos progenitores, que se turnan en esta tarea durante 21 o 22 días. Eclosionados los huevos y nacidas las crías, nidífugas, el padre y la madre vuelven a compartir la responsabilidad de sus cuidados. Finalmente, a los 30 días aproximadamente, los polluelos comienzan a volar.






El andarríos chico se establece en los cursos de los ríos y arroyos, gustando de sus orillas pedregosas y arenosas, de sus terrenos aluviales y de los islotes cubiertos de hierba, arbustos y árboles que acogen en su cauce. Justamente porque se establecen en las riberas de los ríos, siguiéndolos hasta las montañas, es por lo que podemos divisarlos en una amplia variedad de hábitats que incluyen, incluso, el de alta montaña durante la estación de puesta y reproducción. Para anidar evita siempre las aguas estancadas y las orillas fangosas. 


Durante la estación invernal, cuando visita Canarias, frecuenta  las aguas dulces que ofrecen las charcas, presas o barrancos situados en el interior, aunque también puede vérsele en la costa, en las salinas, los saladares o en las playas arenosas.


Por lo que respecta a nuestro archipiélago, el andarríos chico es un ave invernante y de paso regular, de fácil avistamiento, especialmente entre los meses de noviembre y febrero.


Durante los períodos de paso, y en invierno, se producen avistamientos en todas las islas. En Gran canaria puedes verlo en la costa de Arinaga, en el Castillo del Romeral y en Maspalomas. Nosotros lo hemos visto en la Charca de Maspalomas y en la zona intermareal que se abre delante del centro comercial “Las Terrazas”.


ISLAS CANARIAS





Andarríos chico (Tringa hypoleucos) . Foto de Adán López Alemán. Nikon D90 + Nikon.18 - 105 mm / f 3,5 - 5,6 G DX Ed VR. Febrero 2013


Andarríos chico (Tringa hypoleucos) . Foto de Adán López Alemán. Nikon D90 + Nikon.18 - 105 mm / f 3,5 - 5,6 G DX Ed VR. Febrero 2013


Andarríos chico (Tringa hypoleucos) . Foto de Pedro Afonso Padrón. Nikon 5100 + Nikon.18 - 105 mm / f 3,5 - 5,6 G DX Ed VR. Febrero 2013






Lo aquí expuesto se ha entresacado de los cuatro libros reseñados más abajo. Los dos primeros son lecturas obligadas si realmente estás interesado en las aves de nuestro archipiélago. Son amenos, teniendo en cuenta el tema que tratan, y están profusamente ilustrados. En fin, los libros en cuestión son:


1. Guía de las aves de las Islas Canarias. José Manuel Moreno. Interinsular canaria.


2. Aves del Archipiélago Canario. Aurelio Martín y Juan A. Lorenzo. Francisco Lemus Editor.


3. Aves de España y de Europa. Varios autores. Editorial Susaeta.


4. Enciclopedia de la Ciencia: Aves. Karen Stastny. Tikal.








Inglés: Common Sandpiper.
Francés: Chevalier guignette.
Alemán: Flussuferläufer.


GAVIOTA REIDORA (Larus ridibundus)


Gaviota reidora (Larus ridibundus)



Ave caradriforme de la familia de los láridos, la gaviota reidora habita amplias regiones de la Eurasia templada. Probablemente, y en lo que se refiere a los láridos, la población de este tipo de gaviotas se encuentra entre las más numerosas de Europa. Las que viven en Europa septentrional y oriental son migratorias; las que habitan en Europa meridional y occidental pueden serlo también, aunque muchas muestran un comportamiento sedentario. La gaviota reidora también ha colonizado el S de Groenlandia y el NE de Norteamérica.


Las aves migrantes europeas de esta especie pasan los inviernos en el litoral atlántico de Europa occidental o en el Mediterráneo, aunque muchas descienden siguiendo la costa africana hasta el Senegal. Son estos ejemplares los que, durante su travesía, visitan nuestras islas. La llegada del deshielo a las latitudes europeas, allá por marzo, marca el regreso de estos animales a sus territorios de cría.







La gaviota reidora es un ave de porte medio, que mide entre 38 y 44 cm de longitud y posee unas alas estrechas y alargadas, con una envergadura de entre 94 y 105 cm. De cabeza redondeada y proporcionada al cuerpo, luce pico rojo, rematado en una punta un tanto oscura. Su peso oscila entre los 160 y los 310 g y exhibe patas palmeadas, rojas también, y plumajes diferentes según se encuentre en la temporada nupcial o en la invernal. 


Durante la temporada nupcial, la mitad anterior de la cabeza (píleo, frente y mejillas) esta cubierta por plumas de color chocolate, siendo las de la nuca, pecho, flancos y vientre, blancas. El dorso y la parte superior de las alas son grises, de un tono pálido, destacando en vuelo la franja blanca que se extiende a lo largo del, por usar un término aeronáutico, borde de ataque de las mismas. El extremo de las primarias es de color negro. La parte inferior de las alas también luce gris pálido, salvo las primarias, grises de nuevo pero mucho más oscuras. 


El plumaje de invierno es algo distinto. La cabeza se aprecia enteramente blanca, destacando únicamente una manchita negra a la altura de las auriculares, detrás del ojo. Por lo demás, las partes superiores del animal siguen siendo grises y las inferiores, blancas.


Los juveniles de este tipo de gaviotas presentan un plumaje que, esencialmente, es de color pardo, moteado con manchas más oscuras. 


Como los demás láridos, estas aves exhiben gran habilidad en el vuelo. Planean menos que las gaviotas patiamarillas, giran con mayor agilidad y se desplazan con un aleteo más rápido. Durante el vuelo, las alas se flexionan hacia atrás a la altura del codo, cosa que no ocurre con nuestra patiamarilla.


Emiten potentes, diversos y chillones gritos. Entre sus voces un áspero “karr” y un corto “ket” de alarma.








La gaviota reidora es un ave oportunista y carroñera, capaz de ingerir una amplia variedad de alimentos. Tierra adentro conforma su dieta con los gusanos y las lombrices que el arado deja al descubierto. A veces, también con grano (trigo). De la misma manera se le ha visto ingerir pequeños mamíferos. En las playas y el litoral devora insectos y los invertebrados marinos alojados en el fango, además de limpiar las playas y la superficie del agua de todo tipo de detritus (despojos de peces y de otros animales).







Esta ave es sociable y forma colonias, de las que algunas llegan a reunir miles de parejas, para vivir y nidificar. Cría en primavera, extendiéndose el período de puesta entre mediados de abril y mediados de mayo. La puesta comprende 2 o 3 huevos.

Los nidos se establecen en oquedades en el suelo, ya al descubierto, ya entre la vegetación de la marisma. Se confeccionan con juncos, cañas y/o carrizos y se tapizan con hojas y plumas. En su construcción intervienen ambos padres.







Los huevos son subelípticos, normalmente verdes con manchas de color castaño oscuro. Los dos progenitores participan de la incubación, que se prolonga por un período de entre 22 y 24 días. 


Eclosionados los huevos, la pareja se dedica a cuidar y alimentar a sus polluelos, nidífugos, tarea en la que se entretienen hasta que éstos aprenden a volar, hecho que viene ocurriendo a los 26, 27 o 28 días de salir del cascarón. 






Estas aves frecuentan las aguas dulces y saladas por lo que gustan de las zonas costeras, las marismas y los deltas de los ríos, siendo también posible divisarlas en los lagos, lagunas y pantanos del interior del continente europeo. Asimismo, sobre todo en invierno, se las puede hallar cerca de las tierras de cultivo o en los parques de las villas y ciudades.


Las que visitan las islas se quedan en nuestro litoral, aunque también puedes dar con ellas en alguna charca o presa del interior.



Por lo que respecta a las Islas Canarias, la gaviota reidora es un ave invernante y de paso regular. Visita en buen número y asiduamente el archipiélago, de tal manera que puede ser observada en cualquiera de las islas durante cualquier época del año aunque, como es lógico, los avistamientos son más frecuentes durante el invierno y los períodos de paso.




ISLAS CANARIAS



Gaviota reidora (Larus ridibundus) . Foto de Adán López Alemán. Nikon D90 + Nikon.18 - 105 mm / f 3,5 - 5,6 G DX Ed VR. Febrero 2013



Gaviota reidora (Larus ridibundus) . Foto de Adán López Alemán. Nikon D90 + Nikon.18 - 105 mm / f 3,5 - 5,6 G DX Ed VR. Febrero 2013



Gaviota reidora (Larus ridibundus) . Foto de Adán López Alemán. Nikon D90 + Nikon.18 - 105 mm / f 3,5 - 5,6 G DX Ed VR. Febrero 2013









Lo aquí expuesto se ha entresacado de los cinco libros reseñados más abajo. Los dos primeros son lecturas obligadas si realmente estás interesado en las aves de nuestro archipiélago. Son amenos, teniendo en cuenta el tema que tratan, y están profusamente ilustrados. En fin, los libros en cuestión son:


1. Guía de las aves de las Islas Canarias. José Manuel Moreno. Interinsular canaria.


2. Aves del Archipiélago Canario. Aurelio Martín y Juan A. Lorenzo. Francisco Lemus Editor.


3. Aves de España y de Europa. Varios autores. Editorial Susaeta.


4. Enciclopedia de la Ciencia: Aves. Karen Stastny. Tikal.


5. Guías para identificar aves por su comportamiento. Dominic Couzens. Tikal.









Inglés: Blackheaded Gull.
Francés: Mouette rieuse.
Alemán: Lachmöwe.


HERRERILLO COMÚN (Parus caeruleus teneriffae)


Herrerillo común (Parus caeruleus)



Ave paseriforme de la familia de los páridos, el herrerillo se extiende por los hábitats boscosos de toda Europa, salvo en los de sus latitudes más septentrionales, y el Norte de África, a lo largo del Rif y la  cordillera del Atlas. Las poblaciones europeas son sedentarias en su mayoría; sólo aquellas que viven más al norte emigran hacia el sur huyendo de los rigores del invierno. 


Canarias posee una población abundante y sedentaria de estos simpáticos pajarillos, población que se ha diferenciarse tanto de unas islas a otras que, en nuestro archipiélago, se reconocen cuatro subespecies de los mismos, a saber: Parus caeruleus teneriffae, Parus caeruleus degener, Parus caeruleus palmensis y Parus caeruleus ombriosus


Las cuatro subespecies son endémicas de las islas. La presente ficha describe el Parus caeruleus teneriffae, que habita en las islas de Gran Canaria, Tenerife y La Gomera.








El Herrerillo es un pájaro de pequeño tamaño, de unos 11 o 12 cm de longitud, ágil y curioso, que exhibe alas cortas y redondeadas, sobre los 18 cm de envergadura, y cola ahorquillada. Esta ave, un tanto rechonchita, luce plumaje multicolor –blanco, negro, amarillo y azul- y un comportamiento muy activo y vivaz, moviéndose constantemente entre las ramas de árboles y arbustos en busca de insectos que devorar. Los adultos pesan entre 9 y 12 gramos. 


El plumaje de los dos sexos es similar, siendo muy difícil, si no imposible, diferenciar al macho de la hembra. Las plumas del píleo son negras y las de las mejillas y la frente, blancas. Del pico, corto y negro, surge la lista ocular, también negra, que rodea el ojo y llega hasta la nuca. Las que cubren la garganta, el mentón y la nuca son, igualmente, negras.


Las plumas del dorso son de un color azul grisáceo, al igual que son también azules las de las alas y la cola, aunque ahora de un tono mucho más brillante; las del pecho, el vientre y los flancos son amarillas. A lo largo del vientre puede apreciarse una tenue franjita de plumas negras. Las patas son azules.


Los ejemplares jóvenes se distinguen por su plumaje que, en líneas generales, resulta menos azulado y más pardo, así como por sus mejillas amarillentas, en lugar de blancas.


El vuelo de estos pájaros es algo torpe y resulta difícil verlos en el suelo. Emite varias voces, entre las que destacan las de alarma –“chur-ur-ur-ur-g”- y varias suertes de canto.







El herrerillo es un pájaro insectívoro que se alimenta de insectos y larvas, que encuentra entre las ramas o en los troncos de los árboles. No obstante, su dieta también incluye semillas y frutos (higos, uvas, ciruelas, etc).ç







La época de cría se extiende desde febrero, o marzo, hasta julio. El número de huevos por puesta oscila entre 3 y 5, aunque en ocasiones pueden llegar a depositarse 6.


Los nidos son construidos por la hembra y tienen el aspecto de una sólida taza. Finamente elaborados, se conforman con musgo y hierba, corteza de árbol, acídulas de pino y raicillas. Por dentro se tapizan con pelo, plumas y fibras vegetales. 


Se ubican en las oquedades que encuentran en los troncos de los árboles, o en las grietas que se abren en las paredes de los barrancos y riscos o en los muros de las casas. Para ello, la hembra penetra en la cavidad y la rellena con los materiales antedichos; luego, excava en ellos un agujero redondo que tapiza posteriormente con pelos y plumas. 


Los nidos suelen situarse a baja altura, siendo la norma que se hallen a menos de 3 m del suelo. En ocasiones llegan a establecerlos, incluso, en el mismo suelo. 


No obstante lo dicho, el herrerillo no le hace ascos a las casetas artificiales que las autoridades forestales colocan en los bosques, ubicando sus nidos también en ellas.







Los huevos son incubados por la hembra durante 13, 14 o 15 días. Son subelípticos, de color blanco y jaspeados con motitas rojas. 


El polluelo es nidícola. Al nacer exhibe un plumón blanco y escaso en la cabeza y los hombros. La boca es de un color naranja rojizo y las comisuras de un amarillo un tanto pálido. 


Alimentados por ambos progenitores, los polluelos abandonan el nido a los 16 - 23 días de la eclosión de los huevos.






El Parus caeruleus teneriffae es un pájaro abundante que se distribuye por múltiples hábitats. Gusta mucho de los bosques de pinos y de laurisilva, no se debe perder de vista que anida en los árboles, pero también puede vérsele en las zonas de cultivo, en los barrancos y, aunque en menor medida, en los parques y jardines de los pueblos, villas y ciudades.


Como ya se comentó más arriba, Canarias cuenta con una población sedentaria y abundante de herrerillos -pertenecientes a cuatro subespecies endémicas distintas- que se distribuye por todas las islas del archipiélago. La Gomera, Gran Canaria y Tenerife están colonizadas, como ya se ha dicho, por la subespecie teneriffae.


En Gran Canaria puedes hallarlo en las zonas dominadas por el Monteverde (Santa Brígida, San mateo, Teror, Firgas, etc…) y en los pinares, como los de Tamadaba, Inagua o Pajonales. Asimismo, también se deja ver en los barrancos –como los de Mogán, Arguineguín o Agaete y en el cardonal-tabaibal si el desarrollo de los arbustos es considerable.





ISLAS CANARIAS



Una nota sobre los herrerillos de El Hierro, Fuerteventura, La Palma y Lanzarote.


Lanzarote y Fuerteventura se encuentran colonizadas por el Parus caeruleus degener. Si lo comparamos con el protagonista de esta ficha vemos algunas diferencias de interés. Por lo que respecta al plumaje, te apunto tres de ellas: primera, las plumas que cubren el dorso de estos herrerillos son de color azul grisáceo, pero de un tono más claro; segunda, en sus alas se aprecia una estrecha banda blanca, de la que carecen los otros; tercera, si bien las plumas del pecho, vientre y flancos son amarillas, el núcleo del vientre de esta subespecie es blancuzco.


Por otro lado, los herrerillos de estas islas –poco numerosos- se han adaptado a los palmerales y los tarajales, siendo posible encontrarlo allí y en torno a los cultivos y lugares dominados por arbustos bien desarrollados. 


El herrerillo de La Palma es el Parus caeruleus palmensis. Las diferencias principales con respecto al herrerillo de la subespecie teneriffae radican en la estrecha franja blanca que luce en sus alas y en su blanco vientre. Por lo demás, ocupa los mismos espacios y vive de la misma manera que ésta. Su población es nutrida.


Por último, El Hierro es el hogar de Parus caeruleus ombriosus. Este herrerillo es algo más robusto que el de la subespecie teneriffae y el plumaje de su dorso es de un color verde oliva, parecido al de los herrerillos europeos. También es numeroso.


Las voces de las diferentes subespecies no son exactamente iguales, existiendo entre ellas diferencias importantes.


Una nota sobre los herrerillos europeos.(dibujo el inicio del artículo)


El herrerillo europeo, al igual que el canario, habita cualquier lugar donde haya árboles. Por eso es fácil encontrarlo en los bosques y bosquecillos del continente, así como en los parques de sus diferentes poblaciones.

 
Existen notables diferencias entre estos herrerillos y los de Canarias, concretamente en el plumaje y las voces. Vamos a verlas.

 
El plumaje de los adultos europeos es un tanto distinto del de los nuestros. Píleo, mentón y nuca son azules y no negros, como azules son también las alas, que exhiben franjita blanca, y la cola. La lista ocular es negra, mientras que frente y mejillas son blancas, como ocurre con los canarios. Las plumas que le cubren la panza son amarillas, a semejanza de los del archipiélago, pero las del dorso son de un verde un tanto amarillento, en vez de azules. 


Por lo que se refiere a las voces, el aislamiento de las subespecies canarias ha llevado a que sus reclamos sean muy diferentes a los emitidos por sus constrapartes europeos.

Por lo demás, los herrerillos europeos se alimentan también de larvas e insectos, como los de aquí, recurriendo al consumo de frutos y semillas durante el invierno. Los nidos los establecen, igualmente, en huecos abiertos en los troncos de los árboles o en grietas practicados en los muros. No existe diferencia en la manera de hacer los nidos o en cómo la hembra los empolla, ni en la extensión del período de incubación. Pero sí que la hay en el número de huevos que componen cada nidada. Los herrerillos del continente son muy prolíficos y ponen entre 7 y 13 huevos cada vez. Algunas parejas, incluso, realizan una segunda puesta en julio, aunque ésta con un número menor de huevos. El período de cría, por último, se retrasa un poco respecto a Canarias, siendo la norma que se inicie en abril.






Herrerillo común (Parus caeruleus teneriffae) . Foto de Adán López Alemán. Nikon D90 + Nikon.70 - 300 mm / f 4,5 - 5,6 G DX Ed VR. Marzo 2013


Herrerillo común (Parus caeruleus teneriffae) . Foto de Adán López Alemán. Nikon D90 + Nikon.70 - 300 mm / f 4,5 - 5,6 G DX Ed VR. Marzo 2013


Herrerillo común (Parus caeruleus teneriffae) . Foto de Adán López Alemán. Nikon D90 + Nikon.70 - 300 mm / f 4,5 - 5,6 G DX Ed VR. Marzo 2013








Lo aquí expuesto se ha entresacado de los ocho libros reseñados más abajo. Los cuatro primeros son lecturas obligadas si realmente estás interesado en las aves de nuestro archipiélago. Son amenos, teniendo en cuenta el tema que tratan, y están profusamente ilustrados. Además, los números 4 y 5 vienen con CDs que incluyen los reclamos grabados de muchas de especies. En fin, los libros en cuestión son:


1. Guía de las aves de las Islas Canarias. José Manuel Moreno. Interinsular canaria.


2. Historia natural de las Islas canarias. David & Zoë Bramwell. Editorial Rueda.


3. Aves del Archipiélago Canario. Aurelio Martín y Juan A. Lorenzo. Francisco Lemus Editor.


4. Cantos y reclamos de las aves de Canarias. José Manuel Moreno. Turquesa.


5. Aves de España y de Europa. Varios autores. Editorial Susaeta.


6. Enciclopedia de la Ciencia: Aves. Karen Stastny. Tikal.


7. Aves cantoras. Karen Stastny. Tikal.


8. Guías para identificar aves por su comportamiento. Dominic Couzens. Tikal.








Inglés: Blue Tit.
Francés: Mésange bleue.
Alemán: Blaumeise.


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