¡Por
fin, vacaciones! Agarramos los bártulos y nos vamos a Tenerife. Unos amigos nos
han comentado que el macizo del Teno es un lugar donde abundan las rapaces y
para allá nos vamos.
Según
la información que encontramos en la red, el Teno es un macizo montañoso
célebre entre los habitantes de la isla picuda por sus vistas, su vegetación y
su avifauna.
Salimos
de Santa Cruz, recogemos unos colegas en la Matanza y volvemos a la carretera
en demanda de Teno Alto. Tenerife, como
siempre, muy bonita. Dejamos atrás Puerto de la Cruz y cogemos el desvío al
Palmar. Tras una parada en el mercadillo de este pueblo, proseguimos nuestra
ruta.
Primero
nos detenemos en un área boscosa que se abre justo delante del pueblo. Allí vemos
y fotografiamos mosquiteros y canarios silvestres. Y andando, andando, damos
con un pastor y su pequeño rebaño de cabras. Mantenemos una agradable
conversación con él sobre cabras, leche y quesos, y, también, sobre aves. Nos
dice que las aguilillas han proliferado en los últimos tiempos en Teno Alto,
concretamente desde que están protegidas por la ley. Y muy contentos con estas
nuevas volvemos a los coches y nos dirigimos hacia allí.
Pasamos
el pueblo y, al poco, comenzamos a ver cernícalos y aguilillas. Unos y otros se
muestran extrovertidos y revolotean por encima de nuestras cabezas. Bajamos de
los vehículos, echamos a andar y comenzamos a tomar fotos. Algunas de ellas son
las que ilustran esta ficha. Tras un buen rato curioseando por ese lugar,
disfrutando del vuelo y figura de las rapaces y, tal vez, de un par de cuervos,
estaban demasiado lejos para poder confirmar taxativamente que se trataba de
córvidos, así como de los espectaculares paisajes que pueden divisarse desde
allí, tornamos a los automóviles y emprendimos el regreso.
A
la vuelta hacemos un alto en un bonito pueblo, Caleta de Interian. Almorzamos y
paseamos por su avenida marítima y por los callaos que se acumulan al pie de
ella. Allí nos encontramos con dos gaviotas patiamarillas y aprovechamos para
retratarlas.
Por
fin, contentos con el resultado de la jornada -el espectáculo que nos regalaron
las rapaces, las muchas y buenas fotos que sacamos, el rato agradable pasado con
familiares y amigos- y con la panza satisfecha tras disfrutar de un buen
yantar, volvemos a los coches y ya no paramos hasta regresar a nuestros
alojamientos.
A
Tenerife volveremos en otoño o en invierno. Nuestra idea: visitar el Médano.
UBICACIÓN
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Teno es un sitio muy bueno para ver aves. Me sorprendió la cantidad de canarios y mosquiteros que se ven.
ResponderEliminarUn saludo.